En el ámbito educativo, los diferentes signos y expresiones utilizadas tienen un término oficial y/o profesional que es manejado por los educandos. Sin embargo, para caracterizarlos, muchas veces, los estudiantes utilizan otros términos que les permiten identificarlos con mayor facilidad. Tal es el caso de “la casita de la división”.
Así como la suma, la resta y la multiplicación, la división también tiene un signo que la distingue del resto de operaciones matemáticas. Gracias a este, los alumnos y profesores determinan qué procedimiento deben realizar para resolver un determinado problema.
Con el tiempo, los estudiantes adoptaron la expresión de “la casita de la división” para hacer referencia al icónico signo de la visión. Aquí, te explicaremos cómo se llama exactamente y otra información de interés relacionada.
¿Cuál es el verdadero nombre de “la casita de la división”?
Específicamente, la icónica “casita de la división” se llama el “óbelo”. El cual, se define como un símbolo que consta de una línea horizontal junto con un punto arriba y otro abajo. De forma tradicional, este se utiliza para representar la progresión aritmética de la división, es decir, una sucesión de números tales que la diferencia de cualquier par de términos sucesivos de la secuencia es constante.
Por su parte, el óbelo o “la casita de la división” también se emplea como símbolo de la operación aritmética de la división, la cual está representada con una línea horizontal entre dos puntos, con dos puntos o con una barra diagonal. Lo que significa que, así como representa la famosa casita de la división, también hace referencia a los demás signos que se utilizan para ejemplificar la operación de la división, en líneas matemáticas.
Un poco sobre la historia del óbelo…
En sus inicios, el óbelo fue inventado para marcar los pasajes sospechosos de Homero, por parte de Aristarco de Samotracia. Por consiguiente, es un signo que aparece con bastante frecuencia en los manuscritos de los Evangelios para marcar las secciones que los editores modernos rechazan. Ya sea del Evangelio de Juan o la perícopa de la adúltera, por ejemplo.
Posteriormente, en el año 1659, el óbelo se comenzó a utilizar como símbolo para la división, a través del libro Teutsche Algebra de Johann Rahn. Como la edición de este manuscrito estuvo a cargo de John Pell, se cree que este último es el responsable de asignar el uso del símbolo para la división. Sumado a ello, en algunos lugares de Europa (como Noruega y Dinamarca), el óbelo se usó para representar la resta (pero, por poco tiempo).
En la actualidad, el óbelo permanece en uso ocasional, sobre todo como símbolo independiente para la operación de la división, al igual que, como operador en la aritmética elemental. Si bien, la división también se representa con otros signos como la diagonal (o solidus), los dos puntos y la barra horizontal de las fracciones escritas verticalmente, pero el óbelo sigue siendo el principal enigma de dicha operación matemática.
Importancia de conocer “la casita de la división”
Junto con la suma, la resta y la multiplicación, la división es una de las cuatro operaciones fundamentales. Por defecto, la división es esencial en la vida cotidiana, ya que ayuda a comprender y resolver problemas matemáticos avanzados. Asimismo, es indispensable para solucionar situaciones en la que necesario distribuir cosas de forma equitativa (por ejemplo, dividir una factura en un restaurante), por lo que se emplea en variedad de campos.
En matemáticas, la división se considera una operación necesaria para lograr comprender otros conceptos matemáticos de mayor complejidad. Un claro ejemplo de esto, es la fracción que se basa en la división y es idónea para discernir conceptos como la estadística y la proporción. Así, la división se requiere para entender y resolver problemas más avanzados en otras áreas, tales como la geometría y el algebra.
En este sentido, la división es relevante para desarrollar una comprensión sólida de las matemáticas, en general. A medida que los estudiantes aprenden a dividir números pequeños haciendo uso de diferentes métodos existentes, pueden desarrollar nuevas habilidades matemáticas de gran importancia (como la capacidad de resolver problemas o la atención al detalle). Esto, partiendo de métodos como la división con papel y lápiz, usando bloques manipulativos, con calculadora, etc.
Por supuesto, para lograr todo esto en torno a la división como operación aritmética, vale la pena saber y entender qué es el óbelo. Si los alumnos desconocen cuál es el nombre real de “la casita de la división” y, además, no saben cómo se emplea; no tendrán éxito a la hora de realizar operaciones de este tipo en cualquier área. De allí, la importancia de conocer qué representa.
¿Cuáles son todos los elementos de la división?
Más allá de discernir qué es el óbelo, también es imprescindible conocer cuáles son los elementos de la división para poder tener éxito al realizar esta clase de operaciones. De no ser así, ningún alumno será capaz de tratar con eficiencia dichos problemas y como consecuencia, no obtendrá un resultado correcto.
Por ello, te invitamos a conocer todos y cada uno de los elementos de la división, a continuación:
Dividendo
El término “dividendo” tiene su origen en el vocablo latino “dividendus” y significa “cantidad a dividir”. En efecto, se define como la cantidad o el número que se va a dividir, el cual suele estar situado en la parte superior izquierda o arriba del todo.
Divisor
En matemáticas, el divisor es la cantidad o el número por el que se divide el dividendo. Este, tiene que ser un número entero y se encuentra en la parte inferior del dividendo (cuando se usa el óbelo).
Cociente
En aritmética, un cociente se define como una cantidad producida por la división de dos números, es decir que, se trata del resultado de la división. En otras palabras, es aquel número que se obtiene al dividir el dividendo por el divisor (número situado debajo del divisor).
Resto
Tal y como su propio nombre lo indica, este es el número que ha quedado del dividendo, es decir, que no se ha podido dividir porque es más pequeño que el divisor. Asimismo, se define como la cantidad que, al sumarla al producto del divisor por el cociente, da como resultado el dividendo.
F&Q: Lo que debes saber de la división
Aquí te dejamos las preguntas o dudas más frecuentes sobre la división, las cuales son presentadas por los alumnos que aspiran en convertirse en unos expertos:
¿Cuál es la división entera?
En matemática, la división es entera cuando el resto es distinto de cero.
¿Cómo se resuelve una división cuando el dividendo es mayor?
Cuando el divisor es mayor al dividendo, se trata de una operación en la que se debe dividir un número entre un número mayor a él. Por lo tanto, como resultado, se obtendrá un decimal. Así, debes resolverla como cualquier división, teniendo en cuenta que debe resultar un número “no entero”.
¿Cómo se divide en cifras?
Para dividir por dos y tres cifras, tienes que tomar tantas cifras del dividendo como cifras tenga el divisor. Después, dividir el primer número del dividendo (o los dos primeros si hemos tenido que añadir otra cifra) entre el primer número del divisor (y comprobar si cabe). Finalmente, debes bajar la cifra siguiente y dividir (como en el paso anterior) hasta que no haya más cifras.
¿Es posible hacer una división con cero?
No es posible. Si dividimos 0 entre cualquier otro número donde ese número es diferente de 0, el resultado siempre va a ser cero. Por lo tanto, no tiene caso hacer una división así.
¿Cómo se hace la división de fracciones?
Lejos de lo que muchos creen, en realidad es muy sencillo. Para dividir dos o más fracciones, estas tienen que multiplicarse en cruz. Para ello, el numerador (o número de arriba) de la primera fracción tiene que dividirse por el denominador (o número de abajo) de la segunda fracción; para así conseguir el nuevo numerador.